FORMACIÓN CÍVICA Y ÉTICA

APRENDIENDO A TOMAR DECISIONES

Decidir sobre las cosas importantes no siempre es fácil. Hay que aprender a hacerlo con asertividad. La asertividad se sitúa entre otras dos conductas contrarias: La pasividad y la agresividad (o no asertividad) y suele definirse como un comportamiento maduro en el que la persona no arremete ni se somete a la voluntad de otras personas, sino que decide y expresa sus ideas, defendiendo sus derechos.

Es decir, la asertividad es la habilidad para tomar decisiones y expresar nuestras opiniones, puntos de vista y deseos, de manera amable, directa y adecuada, sin agredir a los demás ni a mi mismo.

Ante la toma de decisiones hay tres formas de reaccionar:

  • La pasiva, en donde por lo general guardamos silencio sin expresar nuestra opinión o deseo.
  • La agresiva, en donde se actúa de manera fuerte, impositiva y algunas veces hasta violenta.
  • La asertiva, en donde se toman en cuanta las opiniones de otros, exponen sus sentimientos y opiniones y se logra negociar acuerdos.

Todas nuestras acciones tienen consecuencias, sólo que hay algunas que impactan seriamente en nuestro futuro, porque alteran o modifican los planes de nuestra vida y para nuestra superación personal. Las adicciones y el embarazo temprano (no planeado) son ejemplos de algunas consecuencias de decisiones tomadas sin pensar en las consecuencias y son causa de que muchos jóvenes  abandonen la escuela, se alejen de su familia y modifiquen el proyecto de su vida. El embarazo adolescente representa además un riesgo para la salud integral, es decir, atenta contra la estabilidad física, emocional y social de las chicas y sus parejas que lo viven, entre otros riesgos.

Tomar decisiones acertadas y asertivas representa la mejor manera de evitar este tipo de riesgo.

Debes saber que para tomar decisiones siempre debemos tomar en cuenta lo siguiente:

  1. Define el problema o situación  e identifica sus causas.
  2. Identifica las alternativas que tienes para enfrentarte a ello.
  3. Evalúa las alternativas; considera todas las consecuencias, ya sean positivas o negativas.
  4. Elige la alternativa positiva que realmente te ayude a alcanzar lo que te propones o resolver el problema.

Recuerda que en la etapa en la que te encuentras es muy importante ser aceptado por tu grupo de amigos, compañeros y que en estos círculos con frecuencia es donde comienzan los riesgos.  En algunos casos, con tal de no ser rechazados algunos jóvenes no se atreven a decir no, aunque no estén de acuerdo, tengan miedo de participar en algo o no les guste lo que les proponen.

Se valiente y decide tu lo que le afecta a tu vida y a tu persona.

Material preparado por: Miss Eugenia Morelos Zaragoza

Instituto Alexander Bain

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